viernes, 10 de febrero de 2012

La mujer aturdida


Me interesa conocer las diferentes motivaciones humanas porque a través de ellas puedes conocer más a las personas. Es muy complicado saber qué factores prioriza cada quien en la toma de decisiones, pues, la mayoría de veces nuestras deliberaciones están guiadas por el inconsciente, aún así, estas pueden y son lógicas... (algunas, la mayoría, todo depende....) 

Esta semana conocí un poco más de los tipos de motivación, y pude reconocer a partir de mi propia experiencia la dualidad de una de ellas. 

HETERO - AUTO CONSERVACIÓN 

Ayer mientras esperaba la combi, una mujer descalza salió de un hostal. Estaba muy aturdida, buscando ayuda entre los desconocidos. Su actitud, entre la agresividad y angustia, llamó la atención de quienes estábamos alrededor.  Parecía ebria o dominada por alguna droga. 

Se acercó a un hombre y éste la evadió. Pasó poco tiempo para que él subiera a un bus y se marchaba. Seguramente el estado de la mujer lo predispuso para irse pronto. 

Después de un rato de estar en el mismo lugar, la mujer se acercó a la esquina, muy cerca de mí. Entonces pensé que permanecer allí era mejor que alejarme de ella porque podría llamar su atención de modo tal que le provocara agredirme. Cuando la tuve cerca, la escuché lamentarse y en tono bajo llamar a un policía. Entonces el principio de heteroconservación apareció. Pensé en que por su estado, era natural que pidiera ayuda. Miré alrededor y la gente que la observaba lo hacían con una expresión de asombro y recelo. La miré nuevamente y después de dudar, decidí no acercarme, se impuso el principio de autoconservación. Después de un rato recordé que en la otra esquina habían dos policías. Pronto se acercaron a la mujer, la consolaron y la llevaron dentro del hostal. 

Cuando subí al bus aún tenía el recuerdo de la mujer aturdida, pero en el camino pensé más sobre mis motivaciones. El bienestar del otro y a la integridad de uno. Esta vez se impuso lo segundo. Entonces comencé a pensar en qué ocasiones es plausible ser cautos y prevenidos, y cuándo ser egoístas y desinteresados... quizás un vínculo más fuerte o identificar elementos comunes con las personas que requieren ayuda contribuye a que predomine la heteroconservación. Es claro que no es posible tener parentesco con toda la gente, y que el sentido de protección que se procurar a la familia o a un ser querido no es generalizable, por tanto una motivación asociada a este elemento es restrictiva y excluyente. De otro lado, identificar a los otros más similares a uno parece ser la opción elegible, pero resulta muy complicado. 

Hace tiempo leí que aquello que hace a las personas diferentes son los afectos y pensamientos, en ese momento asentí y pensé que era muy cierto,  pero ahora pienso que también nos hacen semejantes. Los afectos se generan y producen vinculados a un cuerpo - de carne y hueso - y a situaciones determinadas - de una vida cuyos procesos "vitales" y de aprendizaje están presentes en todas las personas, todos aprendimos a caminar, a ir solos al colegio, anduvimos en la calle por la noche, sufrimos algún accidente, perdido a alguien amado, nos entusiasmamos, nos frustramos, conocimos la adrenalina de un juego o de un reto,  y así hemos producido en situaciones particulares ideas y sentimientos semejantes. Pienso que identificar en uno mismo el  sentir de alguien nos hace más semejantes, y podría ayudar a que la heteroconservación se imponga con más frecuencia en nuestras decisiones.