miércoles, 25 de julio de 2012

Producción de alimentos novedosos y funcionales

Un alimento es algo esencial en la vida de las personas, es una necesidad fisiológica que tiene que ver con restaurar energía en el cuerpo.

En la actualidad con la información y sobre-información, tanto de médicos como de nutricionistas, de que es malo consumir productos que en la etiqueta contengan nombres raros que uno no entienda, o sino que muchos químicos causan a la larga un daño en el organismo.

Lo que no dicen es que TODO AGENTE EXTERNO CUANDO REBASA LOS LIMITES QUE TIENE NUESTRO ORGANISMO LO INTOXICA incluso el agua, cuando nos dicen que no comamos caramelos  que se nos caerán los dientes, es una verdad a medias se puede comer dulces pero una cantidad recomendada.

Pero allí entra también los químicos que se usarán para preservar, estabilizar, mantener la apariencia deseada de un alimento, cuando las personas actuales tienen tanta información y miedo a que un producto les pueda producir a la larga algún malestar, es cuando buscan los alimentos orgánicos y no importa el precio, lo que no te dicen es que ese alimento orgánico no se podrá conservar mucho tiempo, si alguien se entusiasma y compra mucho, la consecuencia es que no podrá consumir lo comprado, y tendrá que desperdiciar un alimento muy bueno nutritivamente e inocuo por no tener químicos, pero se provoca sin querer un consumismo y desperdicio a la par.

Es allí donde un profesional de los alimentos debe pensar en producir alimentos funcionales o nutraceuticos, que  puedan acaparar la demanda, y puedan tener más vida de anaquel, y a la vez evitar el consumismo y el desperdicio de alimentos, como proyecto grupal un grupo de la escuela profesional de ingeniería de industrias alimentarias, decidimos elaborar una jamonada saludable y funcional, además de novoandina.


La jamonada producida tiene quinua, alpaca, pollo, muña y aceite de sacha inchi, volviendo a este un alimento nutritivo porque su aporte de calorías es mayoritariamente de origen proteico, y rico en grasas monoinsaturadas que son las grasas que necesita nuestro cuerpo.

Bueno es algo que quería compartir espero no haberlos aburrido :) 

Son muchas lunas desde la última vez que escribí.

jueves, 19 de julio de 2012

¡YA NO PUEDO TOCARTE, ALICIA!


* Por Jesús Edgar Augusto Coa Begazo

Ya no puedo tocar a Alicia. Mejor dicho, ya no puedo tratarla como antes.



Desde que afrontamos el reto, de mejorar yo y ella ser el instrumento para tal fin, las cosas fueron extrañas. El inicio fue complicado pero entretenido. Yo venía cargado de conocimientos y técnicas que obstaculizaban nuestra relación; ella por su parte, traía consigo una concepción nueva para mí de la música, de la armonía. Requería de mucha paciencia y un mejor talante, pero prometía que el sonido tendría un efecto incomparable con un gran amplificador al  que denominaba fe.

Algo sucedió y los días pasaron interrumpiendo los encuentros. Estaba acostumbrado a compartir su compañía cada tarde, pero a pesar de verla a la distancia no podía retomar aquellos momentos.

¿Por qué sucedió? No lo sé con certeza, pero asumo que el error fue mío. Una noche, entusiasmado, soñé con ella. Tocaba en su cuerpo una melodía intensa pero tierna, deslizando por su cuello mis más acertadas caricias; ella por su parte respondía proponiendo la unión eterna de nuestras almas. En la mañana siguiente, inspirado por tal revelación, quise ser músico; intenté recrear una acción a partir de un sueño, sin tomar conciencia que forzaba las aún delicadas cuerdas de nuestra relación de amistad y sucedió lo inevitable: Le dije adiós al sonido más agudo, tierno y consentido, al de su primera cuerda. Aquel filamento que se levantaba en un bend* produciendo un agudo que erizaba mi piel. Parecía como cuando una bella dama levanta la ceja por encima de sus aun más bellos ojos, cerrando uno mientras cautiva con el otro.

Desde entonces, Alicia invade mis sueños, ya sea dormido o despierto. Ya no puedo tratarla más pues rompí una de sus cuerdas; su sonido ahora está resentido. No existe más sonido tierno, agudo; no existe más aquella levantadita de ceja que entusiasma. Sólo quedan los corazones magullados de cada uno de mis dedos, extrañándola. Concluyo diciendo que ahora no estoy convencido de ser músico;  sólo fui músico en mis sueños, tocándola a ella.

 Arequipa, 19 de julio de 2012
*bend: Efecto musical conseguido tocando una nota y estirando la cuerda agudizando el son