* Por Jesús Edgar Augusto
Coa Begazo
Ya no
puedo tocar a Alicia. Mejor
dicho, ya no puedo tratarla como antes.
Desde que afrontamos el reto, de mejorar yo y ella ser el instrumento para
tal fin, las cosas fueron extrañas. El inicio fue complicado pero entretenido.
Yo venía cargado de conocimientos y técnicas que obstaculizaban nuestra
relación; ella por su parte, traía consigo una concepción nueva para mí de la
música, de la armonía. Requería de mucha paciencia y un mejor talante, pero prometía
que el sonido tendría un efecto incomparable con un gran amplificador al que denominaba fe.
Algo sucedió y los días pasaron interrumpiendo los encuentros. Estaba
acostumbrado a compartir su compañía cada tarde, pero a pesar de verla a la
distancia no podía retomar aquellos momentos.
¿Por qué sucedió? No lo sé con certeza, pero asumo que el error fue mío. Una
noche, entusiasmado, soñé con ella. Tocaba en su cuerpo una melodía intensa
pero tierna, deslizando por su cuello mis más acertadas caricias; ella por su
parte respondía proponiendo la unión eterna de nuestras almas. En la mañana siguiente,
inspirado por tal revelación, quise ser músico; intenté recrear una acción a
partir de un sueño, sin tomar conciencia que forzaba las aún delicadas cuerdas
de nuestra relación de amistad y sucedió lo inevitable: Le dije adiós al sonido
más agudo, tierno y consentido, al de su primera cuerda. Aquel filamento que se
levantaba en un bend* produciendo un
agudo que erizaba mi piel. Parecía como cuando una bella dama levanta la ceja
por encima de sus aun más bellos ojos, cerrando uno mientras cautiva con el
otro.
Desde entonces, Alicia invade mis sueños,
ya sea dormido o despierto. Ya no puedo tratarla más pues rompí una de sus
cuerdas; su sonido ahora está resentido. No existe más sonido tierno, agudo; no
existe más aquella levantadita de ceja que entusiasma. Sólo quedan los
corazones magullados de cada uno de mis dedos, extrañándola. Concluyo diciendo
que ahora no estoy convencido de ser músico;
sólo fui músico en mis sueños, tocándola a ella.
Arequipa,
19 de julio de 2012
*bend:
Efecto musical conseguido tocando una nota y estirando la cuerda agudizando el
son
No hay comentarios:
Publicar un comentario