Luego de mucho
tiempo y por causas que en este momento no deseo comentar, pude, al fin, estar en casa, esa donde crecí. Usualmente,
regresamos a casa en fechas especiales, debo confesar que más que
“obligatorio”, siempre es una necesidad propia y resulta completamente
placentero, entonces los cumpleaños, la Semana Santa, la Navidad y el Año
Nuevo… la pasamos juntos, en El Pedregal, en Majes. No organizamos inmensas
fiestas, ni nada parecido, pero compartir una comida, una torta, el chocolate
con panetón y/o una oración siempre es importante.
La Navidad es
una historia distinta, poco a poco, durante todos estos años nuestras
celebraciones han cambiado, como muchas personas con las que conversaba en días
anteriores: celebramos de una forma particular. Más que una fecha en la que
compartimos regalos con todos, que también sucede, decidimos ir a visitar a
muchos familiares y amigos de la familia., o los esperamos en casa, ahí surgen
las preguntas sobre cómo estarán, qué habrá
pasado con ellos estos meses, etc, etc, y las conversas se extienden y
no terminan hasta que alguien tiene que decir “ya es tarde y seguro que tienes que hacer otras cosas”.
¿Y la casa? Decorada
“de forma adecuada” para no desentonar. ¿Y el Nacimiento? Esa es otra historia. ¿Y la comida? Preparamos
algo que todos comeremos, siempre nuestros gustos son distintos, entonces
alguien propone y si todos estamos de acuerdo, comenzamos con alistar lo
necesario.
Ya es hora de
hacer las compras, así que cogemos las bolsas y el monedero, tomamos un mototaxi
y vamos al mercado. Primero las
verduras, luego las frutas, tercero las carnes. También las papas, los camotes
y demás, mientras pagamos la “casera” nos ofrece una canasta navideña, mejor
dicho, una taza navideña. La señora comenta “Siempre vienen a comprar a mi puesto, caserita, es algo chiquito, los
dulces son para los niños de la casa, y si Dios
quiere el próximo año daremos algo más grande, es que el negocio ya no
es como antes. También llévese este almanaque pa´ que no se olvide que día estamos”.
Mientras mi mami recibe el almanaque, una señora se acercaba a Joshua y le
mostraba diversas cosas, silvadores, cohetecillos, y algunos más, todos son
juegos pirotécnicos hechos en China, él saca de su billetera las propinas que
junto estos últimos días y compra algunas cosas, sin olvidar la recomendación
de papá: Siempre hay que regatear. Joshua
siempre es obediente.
Entonces, por
qué, aquí en El Pedregal, usamos mototaxis?, ¿Por qué compramos en el mercado?,
¿Por qué todavía tenemos “caseros”? y ¿Por qué ellos nos dan canastas?
Iremos
mencionando algunos datos a modo de respuestas. Ya no pregunto del por qué
regateamos, pero sería interesante considerarlo.
Villa El
Pedregal, que esta ubicado a una hora y media de la ciudad de Arequipa, es la
capital del distrito de Majes, creado el 21 de diciembre de 1999, es el más
grande de la provincia de Caylloma. Antes de ser distrito, pertenecía desde su
formación, como parte del Proyecto Especial Majes Siguas, al distrito de Lluta.
La principal actividad económica es la agricultura para exportación y la
producción lechera. Los días de mayor movimiento económico son los 7, 8, 22 y
23 de cada mes, denominados “quincena”, y es que cada quince días las empresas
de acopio lechero: Gloria, Laive, CALs, entre otras, pagan a los agricultores
por la leche producida.
Hay varios
centros poblados, el crecimiento poblacional es alto, el clima caluroso y las
distancias relativamente largas. Hasta hace poco no se contaba con transporte
urbano fluido, solamente combis que hacían el recorrido para algunas Secciones
del Distrito, y algunos autos que hacían de taxis, por ello cuando llegaron los
mototaxis, surgió la posibilidad de transportarse rápidamente, pero también el
problema del transporte desordenado.
A pesar de todo
el movimiento económico que se ha generado, aún no se cuentan con grandes
centros comerciales, ni tiendas por departamento, se dice que Saga Falabella ya
tiene una propiedad en la que instalara sus tiendas. Tenemos 5 mercados, unos
más ordenados que otros, todos cerca a la Municipalidad Distrital, y un par de
ferias que se arman los días de la “quincena”. Ahora por fiestas navideñas, y por Año Nuevo, el Centro
Recreacional La Alameda es habilitado para el comercio. Por la cercanía con
Arequipa, muchas personas viajan a la ciudad y hacen sus compras.
Así como existen
mercados, existen muchas bodegas, entonces seguimos teniendo “caseros”, según
el Diccionario Wikipedia, casero es el propietario de un negocio, se usa
también como sinónimo de cliente, sino recordemos la frase: “¡caserito, llévese,
baratito nomas!”. Esto es importante, porque a pesar de los años, uno tiene un
“casero” favorito, siempre el mismo lugar para comprar un determinado producto,
entonces existe una relación amistosa, se conversa sobre muchas cosas, y al ser
un lugar un tanto pequeño, casi todos se conocen.
Cuando mi mami
nos mostro la “canasta-taza”, fue muy divertido, todos sonreímos, tenia muchos
caramelo, galletitas, chocolates, y esas casi olvidadas… galletitas de
champagne, sí, esas rosadas y amarillas. Comenzamos a peguntarnos de dónde
surgió el darlas, entonces revisando algunas paginas web, vimos que se hacen
comentarios indicando que es similar al accionar de los Reyes Magos cuando
visitan al niño Jesús y le entregan oro, incienso y mirra, otros indican que
surge en la época de la reina Victoria en que se decoraban canastas con dulces,
posteriormente se empezó a regalarlas como muestra de afecto, y, llegamos al
día de hoy en que se dan a los colaboradores de una empresa o institución, así
como a los proveedores de las mismas, se las sortea, hay en distintas
versiones, en bateas, canastas, cajas o mochilas, o como nos dieron a nosotros,
en una taza; con diversos contenidos, no debe faltar, el panetón, o una bebida
para el brindis, eso implica que los costos también son diferentes.
Entonces la
Navidad, no es una fiesta tan apacible como muchos quisieran, si bien en casa
estamos juntos. Para algunos es diferente, pues la pasan preocupados, otros
trabajando, otros recibiendo malas noticias, o aquellos que recuerdan de forma
penosa esta fecha.
Si bien esa
nota, ya esta siendo bastante desordenada, tal vez sea necesario mencionar un
último hecho antes de la reflexión final. A cuadra y media de casa vive una
familia, con una madre muy trabajadora, un padre algo pegado al alcohol, y un
par de niños que a veces son compañeros de juegos (en red) de mis primos. Era
penoso enterarse que mientras todos celebraban, comían todo aquello que
llevaron a los hornos de las panaderías, ellos, los niños de 13 y 8 añitos
lloraban al enterarse que mientras jugaban en una cabina de internet, sus padres
desesperados no podían apagar el fuego que consumía su casa de esteras, aunque los
vecinos corrían con sus baldes de agua para ayudar, ya no se podía hacer mucho.
Es cierto,
Majes, es considerado uno de los distritos más prósperos de la región, con un
movimiento económico bastante fuerte, pero también hay serias deficiencias, no
contamos con una estación de bomberos, ni con servicios de salud adecuados.
La Navidad
representa el nacimiento del niño Jesús, para quienes somos creyentes es una
fecha muy especial. Esperemos que signifique para quienes vivimos en este
lugar, el renacimiento de la confianza en que podemos aportar para que Majes se
un distrito ordenado, prospero y habitable. Y a partir de lo sucedido, la
certeza de que el apoyo entre los vecinos nos puede permitir superar ciertos
inconvenientes, que si aun estamos vivos, y cerca de nuestras familias, podemos
tener una nueva oportunidad.
*Por Paola Chiuche,
casi antropóloga, majeña de corazón y redactora por obligación.
paolachiuche@gmail.com
Poco a poco.
ResponderEliminarAlcalde de Majes entrega local de cuartel de bomberos. http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=KkWXbqHjJYI