¿Y la motivación?*

Respuesta al post “¿y por qué tengo que leer?”

 

Comparto las razones que el autor, al que recién ahora me animo a responder, expone en su articulo, todas ellas nos permiten visibilizar lo positivo de la lectura, con el ánimo de generar más ideas sobre lo expuesto es que escribo esta nota.

 

Si bien la lectura, nos permite CRECER, sí, resaltado, en negrita, cursiva y subrayado, en muchos aspectos, también nos permite CONSTRUIR nuestra, nueva, forma de pensar y de ver el mundo, porque al CONOCER podemos cambiar ciertos paradigmas.

 

Luego de leer el artículo al que hago referencia, pregunte a algunas personas lo mismo, ¿y tú por qué lees? Entre las muchas respuestas encontré una razón bastante común, “porque tengo que hacerlo”, en clara referencia a la obligación de cumplir con ello. Entonces, re preguntaba el porqué de sentir esa obligación, y las respuestas surgían, porque el profesor dice, porque viene un examen, porque tengo que estar actualizado para el trabajo, etc.  Y eso que no pregunte: ¿Qué lees?.

 

Siempre he considerado que hacemos mejor las cosas cuando estamos motivados, por eso si aquello que tenemos que leer es algo que nos interesa, será mejor y lo disfrutaremos más. El profesor Villalba, un profesor de la universidad al que recuerdo por ser un tipo brillante, mordaz, y por tener unos hermosos ojos claros, nos decía que siempre debíamos de llevar dos libros con nosotros, uno de la especialidad que seamos, y un tema que nos interese y del género que deseemos, en mi caso, siguiendo el consejo de mi profe, debería llevar un libro sobre antropología política o ciencias sociales y alguno sobre psicología juvenil, un tema que me trae loca últimamente.

 

 

Algo que por estas fechas me viene sucediendo, es que he encontrado libros que hace algún tiempo buscada con desesperación, y que por equis razón no lograba encontrar, de cierta forma es mejor que recién los haya encontrado, porque dadas las circunstancias y acontecimientos diversos, ahora puedo comprenderlos mejor.

 

Me entusiasme mucho por visitar la última feria del libro realizada en Arequipa, tratando de encontrar algunos textos que puedan ser un buen regalito de Navidad. La segunda vez encontré un libro dentro de la sección Literatura Juvenil, llamado “El Libro Salvaje” de Juan Villoro, al revisar la contratapa pensé en que seria una buena opción de regalo para Joshua, y así fue. Aunque primero lo revise completamente, para asegurarme de que sea un buen libro. Y al final sonreí. De ahí que rescate algunos párrafos, el primero que me gusto es el siguiente:  

“Los libros son escurridizos. Buscas uno en un estante y lo encuentras en otro, o no lo encuentras durante años y de pronto aparece frente a tu nariz. (…) Pero luego llegué a la conclusión de que los libros se mueven solos: te buscan o te rehúyen – el tío bebió un largo trago de té -. Pensarás que es una idea absurda, pero la he comprobado una y otra vez. (…) Los libros buscan su acomodo. A veces piden que los leas, a veces que no los leas.” Pág. 41

 

Supongo que los libros que buscaba no querían que los encuentre.

 

El siguiente párrafo es: 

“Ah, sí. El hombre tiene toda clase de problemas, pero hay uno que me interesa mucho: no sabe medirse a sí mismo. (…) Las verdaderas calificaciones de alguien inteligente deberían ser éstas: 

Capacidad de conectar una idea con otra: diez.

 Capacidad de resumir lo que aprendió: diez.

 Capacidad de pensar por tu cuenta lo que otro sabe: diez. 

(…) La mente es una máquina de pensar. Lo más importante no es atiborrarla de datos, sino aprender a usarla…” Pág. 55

 

Hay algunos párrafos más que me parecen geniales, pero ya no puedo compartirlos porque aquí se acaba de cortar la luz.

 

No quiero contarles de que trata el libro pero me encantara encontrar mi Libro Salvaje y leer mi propia historia. Es que cada quien entiende lo que quiere entender.

 

Una de las cosas que me parece importante, es que podamos compartir lo que hemos leído o aprendido, tal vez esa sea una forma de recordar todo aquello que sabemos. Que aquel tema que nos interese sea la motivación para leer, que el sentir placer nos permita buscar más. Si es un libro, ¡perfecto!, si es una revista, que tal Selecciones, o alguna similar, si es un periódico, mejor no recomiendo ninguno, pero leamos, leamos y leamos!

 

Pd₁: Podemos ir pensando en respuestas al ¿por qué escribir?

 

Pd₂: No se olviden de hacerme recordar estas líneas dentro de algún tiempo.

 

*Por Paola Chiuche, casi antropóloga, lectora por convicción  y redactora por obligación.